1. Haz transparente tu relación con la persona recomendada: no hay problemas en recomendar un amigo siempre que lo hagas transparente. En el caso de personas que están cerca de nosotros ayuda decir también algo ligeramente negativo. Recomendar para un campo y hablar con un toque de humor sobre las debilidades puede aumentar la credibilidad de la recomendación aunque siempre haya algunos que piensen en amiguismo. Lo más importante en una recomendación sea para amigos o extraños es que tiene que ser honesta.
2. Explicar el por qué de la recomendación: Muy bien, me recomiendas esto o lo otro pero explícame un poco mejor el porqué detrás. Apórtame algunos datos como la experiencia, el carácter, el recorrido u algún otro tipo de información que puedan ser fácilmente comprobados y por lo tanto ayuda a aumentar la credibilidad de lo que dices.
3. Baja frecuencia de recomendación: vamos a ver. Si cada día haces recomendaciones de algo o alguien pierde la fuerza. De hecho Google hace algo parecido. Si desde una página web se enlaza un sitio externo recibe toda la fuerza (“link juice”) del mismo. A partir del momento donde añades más links el valor de esa recomendación se comparte y diluye desde el punto de vista del buscador. A los Follow Friday en Twitter les ha ocurrido lo mismo. Al principio te fijas pero si ya llevas tiempo en esta red social lo filtras por la cantidad de recomendaciones que aparecen cada viernes.
Recuerda que para recibir recomendaciones no hace daño dar el primer paso con aquellas personas que realmente se lo merecen.